Desarrollo del sentido del tacto en los niños
Todos los sentidos son fundamentales para el correcto desarrollo infantil en los primeros años de vida. Son el medio que permite a los niños conocer su entorno.
Dentro de todos ellos, queremos destacar el sentido del tacto por ser uno de los primeros en desarrollarse. Este sentido está presente desde antes del nacimiento.
La exploración, experimentación y manipulación mediante el sentido del tacto forman parte fundamental en el desarrollo de los pequeños. Por esto mismo, favorece el aprendizaje a todos los niveles, cognitivo, social y afectivo.
Por todo ello, el tacto se potencia mucho durante el primer ciclo de educación infantil.
MOVIMIENTOS DEL FETO EN EL VIENTRE MATERNO

El desarrollo del sentido del tacto empieza hacia la semana 11 de gestación, coincidiendo con el comienzo de los movimientos del feto en el vientre materno. Mediante estos movimientos en el útero, el bebé ya está explorando por primera vez todo su entorno. Una experiencia que no dejará de realizar durante toda su vida: explorar con el tacto.
Los primeros movimientos del feto en el vientre materno, también son los intentos iniciales de interacción. Comienzan con el tacto, que es el primer sentido que desarrollan.
Este proceso es lento y tiene que ver con los receptores de la piel, que comienzan a desarrollarse en la cara hasta llegar a los pies. Esta es la forma más directa que tiene el bebé para no solo comunicarse con su madre, sino con el ambiente en el que se encuentra.
PRIMEROS MESES DE VIDA

Las partes del cuerpo más sensibles al tacto son las manos, los pies y la cara, por esta razón el bebé se expresa al 80% mediante los movimientos del mismo.
A través de la exploración del entorno, comenzamos a aprender por primera vez acerca de los diferentes objetos que nos rodean, cogiendo cosas, tocándolas y llevándolas a la boca. El niño desarrollará sus capacidades sociales, intelectuales y emocionales.
Por otro lado, estas dinámicas son básicas para el desarrollo de la psicomotricidad fina y gruesa, a la hora de apretar objetos o jugar con sus propios dedos.
Comenzarán con los elementos que tengan cerca, sean humanos o materiales. Los bordes de su cuna o la sensación que les trasmite la piel de sus padres y hermanos serán de sus primeros contactos con el mundo.
Poco a poco, irán desarrollando soltura y serán cada vez más independientes. No tendrán miedo en agarrar objetos e incluso jugar con ellos. Sin darse cuenta, están trabajando la coordinación mano-ojo.

DESARROLLO DEL TACTO EN BEBES DE 1 AÑO
A partir de los 12 meses y hasta los tres años, la dependencia del tacto es esencial, aunque según van creciendo, los bebés son más autónomos y otros sentidos se potencian hasta lograr un equilibrio en el que todos los ellos funcionan en equipo.
Las manualidades se pueden realizar desde muy pequeños, empezando por la exploración de bolas sensoriales o recipientes de descubrimiento. A continuación, os presentamos una selección de actividades para desarrollar el tacto en los niños:
- Bolsas sensoriales: mediante las que pueden descubrir nuevas texturas sin ensuciarse, pudiendo manipular su interior de forma segura, mientras estimulan el aprendizaje de la relación causa y efecto.
- Actividades sensoriales creativas: arena, pintura o plastilina permite al niño desarrollar su sentido táctil. El pequeño será el encargado de transformar los materiales y asociará que a través del tacto cambia la forma de ciertos elementos.
- Tocar telas: se puede preparar al bebé una cesta llena de telas de distintas texturas, grosor y colores y dejar que el niño las toque y explore.
Debemos ayudar en todo lo posible a los bebés, a ser conscientes de su piel para que pueda tener una imagen nítida de su cuerpo. Necesitan sentirse protegidos por los brazos maternos o paternos, algo que les permitirá sentir seguridad y cercanía.
¿Te habías planteado alguna vez la importancia del sentido del tacto en los niños?
¿Tenéis materiales disponibles en casa para que los bebés puedan explorarlos?
