El desarrollo social en la educación infantil
El desarrollo social en la educación infantil es el proceso por el cual el niño adquiere los valores y conductas que la sociedad transmite y por el que aprende a interactuar con los que están a su alrededor.
Mediante la socialización, gracias a juegos e interacciones, los pequeños consiguen desarrollar habilidades de comunicación, mejorar su autoestima, aprender de otros niños y empatizar.
EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN INFANTIL

Desde que nacemos, establecemos relaciones sociales. Al principio comienzan en el entorno familiar, más adelante se van ampliando según aumentan las interacciones.
Posteriormente, las escuelas infantiles adquieren un notable papel como entorno socializado, muy diferente al ambiente familiar. Dentro de la escuela, los niños y niñas desarrollan relaciones de igual a igual, en contraposición al trato bidireccional que se produce en el ámbito familiar.
Escuelas infantiles especializadas cuentan con estrategias para trabajar la socialización, potenciándola. Así, los pequeños se relacionan con niños de su edad y entienden mejor el entorno, adquieren conciencia de lo social, de las normas y reglas de convivencia, al tiempo que van desarrollando habilidades sociales, de comunicación y resolución de conflictos.
¿A qué edad socializan los niños?
En sus primeros 3 meses, sus únicas formas de comunicación es a través del llanto y las sonrisas. Es el comienzo de sus primeras relaciones sociales en las que el bebé solo reconoce el olor y la voz de su madre. Las conductas sociales a esta edad son reflejas.
Según avanzan los meses, los bebés empiezan a requerir nuestra atención demostrándolo con gritos, lloros y risas. Durante esta etapa, que transcurre hasta los 7 meses, ya distinguen entre conocidos y desconocidos e identifican a su figura de apego. Aquí comienzan a reconocer el mundo.
Habrá que esperar a que el niño o la niña tenga 12 meses para que empiecen a identificarse como tales, su propio “yo” diferente del resto. Aparecen señales de que se reconoce en los espejos y las primeras habilidades sociales sencillas, como saludar o dar besos.
A partir de los 18 meses, los entornos sociales de los niños crecen y comienzan a interactuar no solo con personas de su edad. Además de jugar solos, empiezan a hacerlo en paralelo.
Después de los 24 meses se produce el desarrollo social más patente. Comienzan a pronunciar sus primeras palabras, recurren a la imitación usando un teléfono de juguete para hablar o le hablan a una muñeca. A estas edades, las rabietas y los problemas para comunicarse pueden generar conflictos con los demás niños.
Solo después de los dos años y medio es cuando aparecerán las primeras amistades.
Una vez pasados los tres años empiezan a jugar usando turnos con otros niños y a interactuar de forma consciente y voluntaria.

La importancia de la socialización en niños
Hay un punto de inflexión en la socialización de los niños y es cuando comienzan la escuela infantil.
La relación con otros niños les permite desarrollar la empatía, aprender a comunicarse y a compartir sus cosas. Practicando determinados juegos desarrollan actitudes como la cooperación y la competitividad.
Que aprendan a relacionarse adecuadamente en el marco de las relaciones sociales va a fomentar la autoestima, la creatividad o el aprender a evitar aquello que puede ser peligroso.
Una socialización correcta facilita el respeto a las ideas de los demás, desarrollo de recursos para resolver conflictos y habilidades asertivas.
En resumen, le enseña a estar bien consigo mismo y con los demás, desarrollando una gran madurez emocional.
Ideas para ayudar a socializar
- Potenciar el saludo y la despedida cada vez que un invitado llega a casa. Es de mucha ayuda coger su mano y ponerla en contacto con la de la otra persona que saluda o se despide.
- Actuar como mediador en las relaciones interpersonales. Los niños deben jugar libremente con el resto de niños/as. La función principal de los padres es guiar y redirigir conductas inapropiadas.
- Existen juguetes que ayudan a la interacción social o utilizando juegos que sean más divertidos si se juegan en grupo que en solitario.
- Provocar la petición de ayuda colocando objetos o juguetes a los que no pueda alcanzar teniendo que solicitar ayuda.
¿Cómo socializa la Escuela De Rechupete?
Para fomentar el desarrollo social en la educación infantil, trabajamos con estrategias que vamos alternando con frecuencia para que nuestros alumnos disfruten, aprendan y se relacionen unos con otros.
Queremos que vengan contentos al centro y nos esforzamos para conseguirlo, día tras día. Sabemos que uno de los aspectos que más nos caracteriza para conseguir esto es el juego, de esta forma:
- Se divierten
- Fortalecen relaciones entre ellos
- Reconocen el medio en el que están
Una de las estrategias en las que más nos involucramos los profesores De Rechupete son las que aplicamos en el patio. Interactuamos con ellos e intentamos cambiar de actividad cada dos minutos para que no dejen de sentirse motivados.
También, nuestras actividades guiadas son clave para que los alumnos puedan entender la importancia de adquirir conocimientos, aprender del resto de compañeros y escuchar a los profesores como referentes adultos.
Para terminar, creemos que los momentos de descanso, como son las comidas o las siestas, crean vínculos fuertes entre ellos sin que nos demos cuenta. Al fin y al cabo, comparten un espacio único y relajado en donde pueden pensar y asimilar todos los estímulos recibidos durante ese día.